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Cuidad de Fez

Fez es la segunda ciudad más grande de Marruecos, apodada «Meca de Occidente» y «Atenas de África» por su importancia cultural y religiosa. Fundada en los siglos VIII-IX, Fez es una fascinante mezcla de influencias amazigh y marroquí.

Fez no se construyó de golpe. La historia comienza en 789 con Idris I, un líder que huyó de Arabia, se instaló en Marruecos y conquistó tierras. Fundó la primera parte de Fez, llamada Madinat Fas, en la orilla sureste de un río (ahora llamado río Fez).

Su hijo, Idris II, no se contentó con un solo lado. En 809, construyó otro asentamiento llamado al-ʿĀliyá en la orilla opuesta del río, ¡e incluso trasladó allí la capital! Por aquel entonces, los habitantes de Fez eran en su mayoría amazigh (bereberes).

La ciudad está dividida en tres zonas principales:

Fez el-Bali (Fez la Vieja): Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las mayores zonas sin coches del mundo. Cuenta con la antigua Universidad de al-Qarawiyyin (la más antigua en funcionamiento ininterrumpido) y la curtiduría de Chouara (una de las más antiguas del mundo).
Fez Jdid (Nueva Fez): Fundada en el siglo XIII, alberga el Palacio Real y el antiguo barrio judío (Mellah).
Ville Nouvelle: La zona moderna de la ciudad construida durante la época colonial francesa.

Levantarse y reinar:

Fez ha visto pasar numerosos imperios, alcanzando su apogeo bajo la dinastía meriní (siglos XIII-XV). Durante esta época, la ciudad se convirtió en un centro religioso, académico y comercial.
Después de los meriníes, Fez siguió siendo una ciudad importante, incluso volvió a ser capital bajo la dinastía alauí hasta 1912.
Fez ofrece una mezcla única de historia, cultura y tradición, lo que la convierte en una visita obligada para cualquier viajero a Marruecos.

Esta antigua ciudad, que se remonta al siglo VIII, posee una de las universidades más antiguas del mundo. Es famosa por el arte y la ciencia en Marruecos. Su cultura es muy viva y se siente su influencia en todas partes. Se dice que Fez es la capital cultural y espiritual de Marruecos, y no es difícil entender por qué.

Aunque ciudades más grandes como Casablanca, Marrakech y Rabat acaparan más atención, Fez tiene su propio encanto. Es una mezcla de vida moderna y antiguas tradiciones marroquíes. Es divertido pasear por sus estrechas callejuelas y encontrar edificios asombrosos hechos de arcilla y ladrillos, patios de azulejos de colores y elegantes pilares tallados. Lo que más mola de Fez es su color azul.

Está por todas partes en la ciudad y es un símbolo de la alfarería local. Fez es conocida por su alfarería, y algunas de las mejores piezas del país proceden de aquí. El azul intenso resalta en las serpenteantes calles y confiere a la ciudad un aire misterioso. Fez está formada por tres ciudades junto a los ríos Fez y Zitu, lo que la hace especial. Antes de visitarla, conviene informarse sobre la historia y la cultura de esta interesante ciudad para poder disfrutarla plenamente.